sábado, 19 de enero de 2013

FUNCIONES DE LAS VITAMINAS


Las vitaminas son nutrientes necesarias para el buen funcionamiento celular del organismo y, a diferencia de algunos minerales, actúan en dosis muy pequeñas.
Como nuestro cuerpo no puede fabricarlas por sí mismo lo nutritivo de los alimentos no se podría aprovechar ya que activan la oxidación de la comida, las operaciones metabólicas y facilitan la utilización y liberación de la energía proporcionada a través de los alimentos.

Si piensas en las vitaminas como si fueran la chispa que enciende el fuego, quizá te resulte más sencillo entenderlo.
Cada célula del cuerpo tiene la función de transformar los aminoácidos (sustancias químicas orgánicas), los minerales y los oligoelementos (sustancia indispensable para el organismo vivo) en proteínas, hormonas y enzimas (de las cuales se desprenden las reacciones químicas) Algunas vitaminas forman parte de esas enzimas por lo que resultan indispensables para nuestro cuerpo.
De las 13 vitaminas diferentes que se conocen actualmente, podemos diferenciar dos grupos distintos: por un lado las vitaminas hidrosolubles como la vitamina C y el grupo de las B. Éstas se disuelven en el agua y ya que el organismo no puede almacenarlas, es necesario un aporte diario o controlado debido a que el exceso es eliminado por el sudor y la orina.
El otro grupo de vitaminas es el de las vitaminas liposolubles que se disuelven en grasas como la vitamina A, D, E y K. Éstas se almacenan en los tejidos adiposos y en el hígado. A diferencia de las vitaminas hidrosolubles, el exceso de su consumo puede ser muy perjudicial para nuestra salud ya que nuestro cuerpo si que almacena su exceso.
Funciones de las vitaminas
Vitamina A ayuda al crecimiento y a la visión.
Vitamina K actúa sobre la coagulación.
Vitamina D absorbe y fija el calcio en el organismo facilitando el buen desarrollo corporal.
Vitamina C refuerza las defensas y evita el envejecimiento.
Vitamina E facilita la circulación sanguínea y estabiliza las hormonas femeninas favoreciendo el embarazo y el parto, etc.
Sin embargo, aún queda mucho por descubrir.
¿Cantidad o calidad de las vitaminas?
Debido a que cada vez más los alimentos son purificados, refinados e industrializados con tratamientos que mejoran la conservación; el estado natural de las vitaminas se ve alterado y cuando llega a nuestra mesa, se ha perdido gran parte de su valor nutricional.
Si a esto le sumamos los desequilibrios alimentarios como el picoteo, la comida basura, saltear los horarios, las dietas bajas en calorías, etc. pueden producirse algunas carencias en nuestro organismo.
Las enfermedades carenciales de vetaminas como el Beriberi (carencia de B1), el Escorbuto (carencia de C), el Raquitismo (carencia de D), la Pelagra (carencia de B3), etc; son a menudo enfermedades características de los países pobres.
Pero muchas otras veces, estas carencias están relacionadas a la modificación en la producción agrícola (abonos químicos en lugar de abonos animales) o a la evolución tecnológica alimentaria donde prima, en general, la cantidad y la aceptación de los consumidores frente a la calidad y conservación de los nutrientes.
El secreto para mantener una salud de hierro y sentirnos alegres, fuertes y sanos; es verificar que tu alimentación sea variada (mezcla colores, olores y sabores), que sea suficiente (no te saltes ninguna comida, respeta tus horarios) y que esté bien equilibrada (poco de lo que te gusta mucho y siempre comes y más de lo que nunca comes)
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario